jueves, 8 de septiembre de 2011

Amo mi vesícula biliar y voy a casarme con ella

Señores sin personalidad, qué se les ofrece, una amanita de los bosques antioqueños o un concierto de pavos reales que tocan al jazzz, o si quieren les ofrezco un poco de música experimental para astronautas perdidos en el espacio-tiempo  para que tumben su fila de dominó.

Ciudad tímida y lisonjera, me aterra tu cultura pornográfica, elogias a la mujer bustona y le quieres destruir su ternura, odio los jardines que improvisas a la salida de bancolombia y sobretodo odio la corrupción de la ética de gran parte de tu pueblo, es como comerse una arepa de maíz tierno sin quesito.

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